Andrés Calamaro en el Pilsen Rock
La falta de ánimo roquero entre los más de 5.000 asistentes al evento provocaron la respuesta del reconocido artista, que tras esforzarse en pedir al público "que lo llevaran al cielo" y en expresar su amor por este rincón del Río de la Plata, terminó mostrando su molestia sobre el escenario.
El veterano intérprete comenzó su espectáculo trenzando tanto de sus últimos trabajos como de sus inicios como artista, hace más de treinta años.
Sin embargo, poco a poco comenzó a sentirse molesto por la falta de entusiasmo y por los tímidos aplausos y cánticos que acompañaban cada una de sus canciones, incluso clásicos como "Sin documentos" o "Mil horas".
Pese a las críticas del cantante a su inmovilidad y falta de entusiasmo, los uruguayos aguantaron impasibles, y sin cambiar de actitud, hasta el final del concierto.
Calamaro, armado con el micrófono y enfrentándose al respetable, llegó incluso a ironizar sobre su humildad por haber aceptado salir a tocar antes del grupo uruguayo "No te va a gustar", "que haber si se consagran" y los estadounidenses "Queens of the Stone Age".
Antes, el artista usó todos los trucos del repertorio para levantar los ánimos, desde recordar a sus amigos uruguayos muertos a expresar su amor por el país, pasando por tirar las púas de la guitarra al público, hacer versiones de Los Ramones y servirse un mate en el escenario.
Sólo hacia el final del recital, Calamaro y el público parecieron reconciliarse, el primero sin cesar de expresar su cariño y señalando que "si volviera a nacer, volvería a tocar este concierto" y el segundo saltando y jaleando con calor algunas de sus canciones.
Calamaro era una de las estrellas de la séptima edición del Pilsen Rock, el mayor evento musical de Uruguay, y que por primera vez en su historia contó con la presencia de bandas internacionales. (EFE)
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