Amado por unos, odiado por otros. En la víspera ya lo había vaticinado y aunque los argentinos se negaron a creerle, a pesar de sus hasta ahora infalibles predicciones, el pulpo Paul volvió a acertar un resultado mundialista.
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Paul es inglés y reside en Alemania, tiene dos años de vida y viene vaticinando resultados desde la pasada Eurocopa, obteniendo un 80% de efectividad. |
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Obviamente esto no les cayó en gracia a los argentinos asentados en Lima, quienes no dudaron en expresarle su repudio llamándolo bocón y amenazar con matarlo. "Hagamos pulpo asado", coreaban los gauchos al final del inesperado Alemania 4 - Argentina 0.
Los hinchas albicelestes, que no dudaron en calificar de bocón al mudo molusco europeo, se ha bían reunido en un restaurante miraflorino situado en la cuadra cuatro de la avenida Larco. Eran más de 30 miembros de la red Argentinos en Perú.
En el Facebook y Twitter el rechazo a este animalito marino también fue contundente. "Matemos al pulpo Paul", son los titulares de la mayoría de los grupos del Facebook, en que un enfadado usuario propone cocinarlo como una variante de un típico plato español.
"Prepárate porque esta noche comemos pulpo a la paella", comentaron en este espacio virtual, que hasta ayer por la tarde contaba con más de mil 400 seguidores. Todos, seguramente argentinos, expresan su odio al pulpo Paul y hasta lo tildan de alemán.
Pero la ira contra el molusco más odiado de la tierra de Messi no fue la única novedad en el restaurante donde los argentinos residentes en Lima se reunieron. El esperado llanto, caras tristes y por qué no "lárgate Maradona" no afloraron.
Los hinchas albicelestes optaron por reprimir el llanto haciendo gala del típico orgullo y la soberbia gaucha. Y aunque sí hubo algunas caras largas, la mayoría de ellos prefirió continuar apoyando (con cantos) a su ahora eliminada selección.
"Los argentinos no lloramos", coreaban los hinchas entre copla y copla. Algunos de ellos, en su mayoría mujeres, no dudaron en subirse a las mesas del "Tayta" y alentar a los desilusionados hombres de mirada perdida y rabia reprimida.
Una hora y media antes el panorama era distinto. Los globos, el pica pica, las camisetas y las banderas no faltaron para alegrar el escenario, el cual se fue opacando conforme llegaban los inatajables goles alemanes. El cuarto fue un puñal al corazón gaucho.
"No esperábamos ese resultado. Para nada. ¿Maradona? No sé si tiene para más, pero creo que ya cumplió su ciclo (...) La selección pudo llegar más allá en este Mundial", comentó el hincha Dario Bucci minutos después del pitazo final.
El triunfo alemán se gestó muy temprano, a los tres minutos de iniciado el partido. El volante Thomas Müller guiaba el camino y en la segunda mitad del juego llegaron los goles de Miroslav Klose, Friedrich y otra vez Klose. El último tanto llegó a los 88 minutos y el escenario quedó en un silencio sepulcral. Parecía un velorio, aunque los orgullosos gauchos querían que la difunta no sea su selección, sino el pulpo Paul por tan maléfica predicción.