Un auténtico fenómeno: 130 mil copias ya vendidas.
La biografía sobre el periodista Ryszard Kapuscinski, “Kapuscinski Non-Fiction”, se ha convertido en un éxito de ventas seis semanas después de su publicación, con más de ciento treinta mil ejemplares entregados gracias al polémico contenido del libro, donde se pone en duda la veracidad de algunos reportajes del autor polaco.
El responsable de la edición del texto, Pawel Szwed, describió este éxito como un auténtico “fenómeno”, y reconoció que sus expectativas más optimistas no superaban las cien mil copias. “Si las cosas van así, creo que el libro podrá vender el doble de ejemplares para final de año”, pronosticó.
No es intocable
En “Kapuscinski Non-Fiction”, el también periodista Artur Domoslawski lanza varias críticas al hasta ahora intocable Ryszard Kapuscinski, del que sugiere que mantuvo una estrecha relación con los servicios secretos comunistas.
Otro de los puntos más polémicos de la biografía se refiere a la posibilidad de que el escritor polaco inventase o exagerase algunos de los términos citados en sus trabajos, como el encuentro con el Che Guevara del que Kapuscinski habló en alguna ocasión.
Como se recuerda, Alicja Kapuscinska, viuda del escritor polaco, intentó impedir la publicación de la biografía, pero no lo logró judicialmente.
Viajero incansable
Kapuscinski (1937-2007) fue un viajero incansable y recorrió a lo largo de su vida África, Asia y Latinoamérica como corresponsal de la Agencia Polaca de Prensa (PAP).
Entre sus obras más conocidas destaca “Ébano”, considerada por muchos expertos su mejor libro, en la que a través de varios reportajes describe diferentes países de África. Otras de sus publicaciones son “La guerra del fútbol”, en la que habla de los conflictos entre Honduras y El Salvador causados por el deporte rey; “Viajes con Herodoto” o “Los cínicos no sirven para este oficio”, una profunda reflexión sobre la profesión periodística.
La brillante trayectoria de Ryszard Kapuscinski le mereció recibir numerosos galardones, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias en el 2003.
Diario Ojo