egos. Mi semana con Marilyn muestra a una Marilyn Monroe en conflicto con Laurence Olivier durante el rodaje de El príncipe y el corista en 1957.
Marilyn Monroe reaparece en el cine, pero esta vez interpretada por la actriz Michelle Williams en la cinta Mi semana con Marilyn, que se estrena este jueves en nuestras salas.
Este biopic es una adaptación del diario de Colin Clark (Eddie Redmayne), un joven asistente que cuidó de la joven actriz mientras rodaba El príncipe y la corista.
La rubia llega a Inglaterra en 1957 para actuar con el gran Laurence Olivier (Kenneth Branagh), y Clark, un joven de 23 años con buenos contactos, obtiene un puesto en la producción. Es así que se convierte en testigo de los conflictos entre Monroe y Olivier durante el rodaje.
Pero para Williams –nominada a un Oscar por este rol– dar vida a la bomba sexy más legendaria de todos los tiempo no fue fácil debido a que, a diferencia de Monroe, no contaba con sus famosas curvas.
“Al principio me sometí a una dieta especial para subir de peso y de alguna forma emular las curvas de Marilyn Monroe, pero al final opté por utilizar un relleno de espuma para las caderas. Hay cosas que tu cuerpo no puede lograr, sin embargo, una buena caracterización logra eso y más”. declaró la viuda de Heath Ledger, quien tuvo que recurrir a un coreógrafo para emular los movimientos y la forma de caminar de la estrella de Una Eva y dos Adanes.