Claudia Llosa, directora de "La teta asustada", filme hispano-peruano candidato al Óscar a la mejor película extranjera, y su protagonista, Magaly Solier, dijeron hoy sentirse "desbordadas, pero felices" ante la inminente gala de entrega de estatuillas que las situará entre los grandes del cine.
La cineasta y su musa se tomaron un respiro en su apretada agenda para visitar el icónico cartel de Hollywood, símbolo del sueño americano y cima del séptimo arte.
"Es algo raro venir a las letras de Hollywood, que sólo he visto en las películas o por las novelas", comentó a Efe Solier, quien aprovechó su paseo por las colinas de la meca del cine para recoger un poco de romero.
Con la inmensa urbe de Los Ángeles a sus pies, Llosa admitió que sólo la oportunidad de ganar un Óscar el próximo domingo es algo que "va muchísimo más allá del éxito" y supera cualquiera de las expectativas iniciales de la película.
"Iniciamos un proyecto con la intención de reflexionar, de tocar temas que pueden ser delicados. Cuando todo esto se vuelve de forma tan bonita y nos ayuda a abrir caminos para nuevos cineastas peruanos, no puedes imaginarte lo bonito que se siente", afirmó la directora.
Para la actriz, aparentemente muy tranquila a pesar del ajetreo existente a su alrededor, la nominación ha sido una experiencia inimaginable hasta el punto de reconocer que "ni siquiera sabía que había los Óscar" hasta que empezó a trabajar con Llosa, quien la descubrió cuando vendía comida en un parque de la localidad peruana de Ayacucho.
"Yo no sabía nada, gracias a Claudia empecé a entrar en el mundo de la actuación, los festivales, a conocer actores, a ver muchas películas y estoy muy feliz por todo", dijo con humildad.
Cinco años después de sus primeros pasos en la interpretación, Solier es una celebridad en Perú con una carrera meteórica en el cine y en la música. De hecho actualmente compagina otro proyecto para la gran pantalla con su segundo disco, que espera que esté terminado antes de finalizar el año.
"Ahora cuando salgo a la calle mucha gente se acerca, me felicita, me pregunta cómo es afuera y cómo es la gente", comentó la actriz, quien confía en que, cuando pasen los Óscar, pueda volver a su vida normal, en el anonimato de su casa en el campo.
"Quizá en Lima no pueda", reconoció la intérprete, centro de atención de la prensa de su país, donde "La teta asustada" sirvió para poner foco en las secuelas que años de terrorismo dejaron en mujeres y niños en zonas rurales.
Si algo ha conseguido la película es consolidar una amistad entre directora y protagonista, cuya relación va más allá de sus vínculos profesionales.
"No nos vemos todos los días, puede que pasen meses pero es una amistad de esas que sientes que nunca pasa el tiempo. Magaly es parte de mi vida", declaró Llosa, a quien Solier admira profundamente.
"La veo como algo intocable. Si se enfrentaran con ella o hablaran mal de ella a mi lado, cuando estoy ahí, la defendería de verdad", insistió la actriz peruana, a la que la realizadora augura un prometedor futuro y cuyo próximo estreno será "Amador", del español Fernando León de Aranoa.
"La veo como una actriz capaz de darle mucho a otros directores y capaz de llegar muy lejos por su propia cuenta. Creo que en ese sentido jamás estará en deuda conmigo", indicó Llosa.
Solier, por su parte, sueña con cambiar de registro y admitió que le "encantaría" hacer una película "de acción" y "ser la mala".
"Eso sería buenísimo", afirmó la directora, que recordó el pasado karateca de la actriz: "Fue cinturón negro hasta que se malogró la cadera".
Ambas mujeres aseguraron estar abiertas a trabajar en Hollywood si el proyecto es el adecuado o, en el caso de Solier, "si es con Clint Eastwood y Matt Damon", bromeó.
De cara a la ceremonia del próximo domingo, reconocieron no sentir la presión de ser favoritos aunque sí la responsabilidad de representar a su país, si bien prefieren no pensar demasiado en la gala para no ponerse nerviosas.
Además del premio, el objetivo de Llosa pasa por conocer actores y a Kathryn Bigelow, directora de "The Hurt Locker", "siempre que sea de forma natural", indicó.
Más ambiciosa fue Solier, quien, si tiene ocasión, no dudará "en hacerse fotos con todos".
EFE