El Barça encargó en otoño de 2008 a la agencia de detectives 'Método 3' vigilar durante una semana y las 24 horas del día a Piqué, defensa entonces recién fichado del Manchester United. El trabajo costó unos 5.000 euros y los investigadores no encontraron nada reprobable, explica el semanario.
Distintas fueron las conclusiones a las llegaron los detectives en sus vigilancias a Ronaldinho, Eto'o y Deco (los tres fueron seguidos durante meses al final de la temporada 2007-08), al constatar que cometían constantes actos de indisciplina que contravenían el régimen interno del club.
De hecho, cuando Pep Guardiola asumió el cargo de entrenador en el verano de 2008, anunció que no contaba con ninguno de estos tres futbolistas, aunque al final Eto'o siguió un año más. (EFE)
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