Oscar y ruptura en ocho días

La actriz Sandra Bullock deja a su marido por infiel

Apenas una semana más tarde de que una exultante Sandra Bullock recibiera con el Oscar a la mejor actriz la alegría de su vida y el reconocimiento a su carrera profesional, su corazón vuelve a romperse. La revista People asegura que Bullock, de 45 años, abandonó el lunes el hogar conyugal que compartía en Los Ángeles con Jesse James, figura conocida de la televisión estadounidense con quien contrajo matrimonio hace cinco años.

El semanario In touch da más detalles y publica las declaraciones de la actriz porno Michelle Bombshell McGee, quien habla de un lío con James al que apoda "Vanilla Gorilla" en referencia a sus atributos físicos. Y de quien dice que se comportaba como alguien soltero. "Me dio la impresión de que estaban separados". A todo ello se une que Bullock acaba de cancelar su viaje a Londres para el estreno de The blind side por "razones personales". A última hora de la tarde, James pidió perdón en un comunicado en el que reconocía su culpa.

Ahora todo el mundo ata cabos. Por ejemplo, la ausencia de un beso o un abrazo en el momento en el que Bullock recibe la noticia de su oscar. James la acompañó en la alfombra roja y estuvo sentado a su lado, pero para ser la primera candidatura de la actriz a un premio tan deseado como es el Oscar ambos se mostraron distantes en el teatro Kodak, incluido ese instante en el que Bullock escuchó su nombre.

La actriz también se olvidó de mencionar a su marido en un emocionado discurso de victoria en el que rememoró a su madre, Helga, fallecida años atrás, y le agradeció que no la dejó "salir en coche con chicos hasta los 18 años" porque tenía razón. Y finalmente otra ausencia: la del desmentido de Bullock que acabe con todos estos rumores.

La pareja se conoció en el rodaje de la serie Monster garage en 2004 y tras su romántica boda en Santa Bárbara en julio de 2005 ella siempre ha intentado mejorar la imagen de su marido, declarando una y otra vez que el público tenía la idea errónea de él. El tiempo no parece darle la razón.
ROCÍO AYUSO - Los Ángeles