La cantante norteamericana Britney Spears demostró en varias oportunidades que no sabe bien qué hacer con su vida. Sin embargo la "princesa del pop" sí sabe qué quiere tras su muerte: que su cuerpo sea preservado con nitrógeno líquido.
Según publicó el diario británico The Sun, una fuente cercana a Britney aseguró que la artista planea que sus restos sean conservados en una cámara de congelación, inspirándose en el famoso mito que cuenta que Walt Disney se encuentra en algún lugar preservado y esperando la cura para su enfermedad.
Las amistades de Britney coinciden que pasó todo su viaje de Día de las Madres en Disneylandia investigando sobre la tecnología de criogenia, mientras la niñera paseaba a sus hijos por el parque temático californiano.
La cantante de 28 años desea invertir una parte de su fortuna, actualmente controlada por su padre, en la técnica que preservaría su cuerpo el tiempo necesario para luego revivirlo y poder ser tratado con otros avances.
La fuente reveló a The Sun que el progenitor de la intérprete está dispuesto a complacer el capricho de su hija si el costo del tratamiento no supera los 350 mil dólares.
Según publica Excelsior, anteriormente Britney decía que tras su deceso quería ser incinerada y que sus cenizas se convirtieran en diamantes.
(Con información de Infobae)