La siempre activa, Giselle Collao nos sorprende con su actuación en la obra teatral “El último árbol”, escrita y dirigida por Flanklin Dávalos y en la cual comparte escenario con el primer actor peruano Enrique Victoria y el juvenil Emanuel Soriano, en un viaje poético sobre abuelos excéntricos que escuchan a Beethoven, mujeres que lloran amargamente cuando engendran a otras mujeres, y jóvenes que se sienten viejos y buscan su bastón a los 22 años.
“Estoy en el mejor momento de mi vida. Interpretar a Rossmery fue un proceso muy bonito, todo un reto, debido a que el personaje no tiene nada que ver conmigo porque ella es una mujer de 35 años que busca tener un hijo para superar su condición de ‘empleada del hogar’ y convertirse en una ‘señora decente’, porque sufre muchas cosas en su trabajo diario con el abuelo y el nieto. Aunque como mujeres supe escarbar y encontrar el balance perfecto”, afirma emocionada Giselle, a quien también vemos en la teleserie “Clave Uno”, personificando a la enfermera Inma.
Por su parte, Franklin Dávalos en su debut como dramaturgo, comenta que “El último árbol” es la conmovedora historia de una familia que vive alrededor de un árbol que simboliza que todo lo que creemos es sólido e inevitable –la opresión, el patriarcado, el destino– pero que finalmente tiene que derribarse, si no queremos envejecer volviéndonos parte de sus raíces. Una metáfora de cómo se supone que “funcionan” las cosas en toda América Latina, y los intentos por trascender esta realidad.
diario Expreso
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