A sus 78 años, la célebre actriz contraerá matrimonio con Jason Winters, de 49, representante de Janet Jackson, con quien mantiene una relación sentimental desde antes del 2007
Los Ángeles (EFE). La actriz británica Elizabeth Taylor, de 78 años, volverá a pasar por el altar para contraer matrimonio con Jason Winters, representante de Janet Jackson, en la que será su novena boda, informó la revista US Weekly.
La pareja aún no ha confirmado oficialmente la noticia aunque según fuentes de esta publicación “no es un secreto que están juntos y enamorados”.
Taylor, ganadora de dos Óscar por Who’s Afraid of Virginia Woolf? (1966) y Butterfield 8 (1960), mantiene una relación sentimental con Winters, de 49 años, desde antes de 2007, cuando la prensa británica informó de que ambos pasaron unas vacaciones románticas en Hawai.
“Ella no pensaba que volvería a enamorarse de nuevo, pero desde que Jason apareció en su vida todo eso cambió”, afirmó una fuente del diario Evening Standard. Otra fuente de US Weekly confirmó que “no sería una sorpresa si estuvieran comprometidos. Por ahora es algo que se lo guardan para ellos”
TOTALMENTE ENAMORADA DE SU PAREJA
En declaraciones a Liz Smith, conocida periodista estadounidense de la prensa “rosa”, Taylor describió a Winters como “uno de los hombres más maravillosos” que había conocido y confirmó su amor por el agente del espectáculo, quien habría comprado una casa para que los dos vivieran juntos.
La actriz ha estado casada en ocho ocasiones, dos de ellas con Richard Burton, al que Taylor consideró su alma gemela y que falleció repentinamente por una hemorragia cerebral a los 58 años. Su último matrimonio tuvo lugar en 1991 con el constructor Larry Fortensky y terminó en divorcio cinco años después.
Taylor, que habitualmente usa silla de ruedas, ha tenido durante su vida una salud frágil. En octubre de 2009 fue operada con éxito de un problema en una válvula cardíaca y en los dos últimos años ha sido ingresada varias veces en centros médicos de Los Ángeles, su lugar de residencia, para someterse a revisiones.
Además de sufrir de diversas neumonías, Taylor padece serios problemas de espalda, ha sido sometida a diversas operaciones de cadera e, incluso, tuvo un tumor benigno en el cerebro que le fue extirpado en 1997. Una lista a la que hay que añadir un pasado de abusos de alcohol y drogas.
(Daily Mail)
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