Ha transcurrido más de un año desde que el reconocido actor Aristóteles Picho se vio afectado por el Síndrome Cordonal Posterior, una lesión que se presentó a causa de una fiebre que superó los 41 grados y que originó un golpe de calor en la medula espinal, lo cual afectó los movimientos de sus extremidades. Pese a ello y aunque se moviliza en silla de ruedas, no ha dejado el arte de lado.
Apartando sus dolencias,
nos habla entusiasmado sobre su trabajo en la película Coliseo, los campeones, ópera prima del director Alejandro Rossi que se
estrena el 4 de octubre y en la que interpreta a uno de los
personajes principales.
-¿Cuál es el personaje que tienes en la cinta Coliseo?
Interpreto a don Máximo, un empresario emprendedor que ha logrado tener casi todo lo que tiene en la vida con base en su propio esfuerzo. Trabaja con Marcial (Luis Enrique Gastelu, protagonista del filme) en el mundo de la construcción pero el chico está involucrado en el mundo del baile, del huaylas. Mi personaje se quiere tumbar el coliseo donde se presentan los campeonatos de danzas para hacer un edificio, y ahí comienza el conflicto con los organizadores del campeonato de huaylas.
-Nuevamente interpretas al villano de la historia…
No tanto. Don Máximo es un tipo fuerte y rudo, encara las cosas a su modo. Se opone a estos concursos pero al final sigue siendo un participante de la historia del huaylas porque no pierde su identidad. No es una persona ajena o distante a sus raíces, está comprometido con su identidad.
-¿Cómo fue trabajar en el filme con un grupo de muchachos nuevos en la actuación?
Fue grato porque bailan con unas ganas que te hacen recuperarte de cualquier cosa que puedes haber tenido. Fue placentero, yo diría que motivador. Aunque el rodaje fue en el 2008 y en esa época yo estaba bien, no tenía ninguna dificultad.
-¿Cómo te va con tu tratamiento para superar la lesión?
Bien, mejorando. La rehabilitación es dura pero es lo que me toca.
-¿Han habido momentos de depresión?
No, todo lo contrario. A mí me animan mucho las cosas que te causan dificultad, no me hacen perder la voluntad ni todo lo que quisiera hacer. A veces hay un poco de limitación pero se trata de superar. Ante la dificultad se trata de crecer.
-¿De dónde sale la fortaleza?
De mi familia. Camino en silla de ruedas porque siento una gran comodidad, y camino con mis pies distancias muy cortas. Espero que para diciembre ya pueda caminar con normalidad.
-¿En qué se basa tu tratamiento?
Tomo medicamentos y tengo rehabilitaciones tres veces por semana. Son sesiones complicadas porque los ejercicios son muy dolorosos. Al terminar quedo rendido, me tengo que quedar echado un hora por lo menos, el cuerpo no aguanta tanto.
-Tengo entendido que no se ha alejado de la pedagogía...
Así es, me gusta mucho y me parece muy importante y entretenida. A través de ella descubres cómo las generaciones van cambiando la forma de pensar.
-¿Cómo ve a la nueva generación de actores?
Con muchas ganas de hacer cosas importantes. Algunos buscando el tiempo para poder estudiar, otros buscando la manera de ganar más dinero. Todo es válido.
-La actuación sí la tuviste que dejar...
Sí, pero ahora estoy empezando a hacer teatro. Estaré en la obra ‘Orestes y Electra’, la cual dirige Gisela Cárdenas y se estrenará en octubre. Actúo como siempre, la única diferencia es que estaré en silla de ruedas.
-Tengo entendido que este año cumples 30 años de carrera.
Eso no me preocupa mucho. No cuento los años; los espero y los dejo pasar. Creo que es la mejor manera de pasar el tiempo.
-¿Hay algo que te provoca hacer luego de tu recuperación?
A veces me da mucha curiosidad el universo femenino. Desarrollar ese tema para aspectos cinematográficos sería muy interesante. Me atrae ese tema y creo que funcionaría muy bien. Es una idea, no un proyecto.
