Papas de "novia" de Bayly molestos con romance
La "novia" de Jaime Bayly está pagando caro su afán de salir del anonimato a cualquier costo. Su familia no comparte la idea de "su romance" con el "Tío terrible" y mucho menos que se haya sentado en su estudio de televisión a contar los detalles de su "relación". Por ese motivo sus padres la botaron de su casa, esperando que recapacite y entre en razón. Así lo reveló Jaime Bayly en su columna de opinión difundida por un medio local.
El popular "Francotirador" sostiene, además, que Silvia Núñez del Arco se encuentra viviendo en un hotel que le consiguió su amiga y socia Ximena Ruiz Rosas, por encargo suyo.
Bayly dice que otra de las razones que motivaron a los padres de Silvia a tomar esta postura es porque en breve publicará su libro "Lo que otros no ven", hecho que ha enfurecido a la familia Núñez del Arco.
Silvia, según Bayly, está muy mortificada con esta situación y molesta, además, con Aldo Miyashiro y Beto Ortiz, quienes leyeron parte de su libro el viernes en su programa "Enemigos íntimos". Incluso la jovencita está evaluando la posibilidad de iniciar acciones legales contra los conductores de Frecuencia Latina.
"Silvia (Núñez del Arco Vidal) se sintió violada, manoseada, ultrajada, sintió que no había derecho de que difundieran su novela inédita sin su autorización ni la de su editor. Se pasó tres días vomitando y pensando que ya nada tenía sentido y que su sueño había terminado en una pesadilla", escribió Bayly. "Los editores y Silvia nos pidieron consejo a mi abogado y a mí sobre la conveniencia de enjuiciar a los dos escritores talentosos (Aldo Miyashiro y Beto Ortiz) que habían difundido sin permiso, ilegalmente, el contenido inédito de una novela, algo que a ellos ciertamente no les hubiera gustado que hicieran con libros de su autoría", remarcó.
"El juicio, de plantearse, debía llevarse a Indecopi, y podía durar un año o más, y ni siquiera era seguro que el fallo les diese la razón a quienes sentían que sus derechos de propiedad habían sido violados, puesto que, al parecer, al leer los fragmentos se habían cuidado de mencionar que podía ser o no ser la novela de Silvia, pues lo habían puesto entre signos de interrogación o usando el condicional. Mi consejo fue y sigue siendo: 'no los enjuicien'", sentenció el irreverente escritor.
Diario El Ojo