¿Por qué los divorcios de los famosos te ponen triste?
Las rupturas de los famosos nos devastan como si fueran las de gente cercana, cuando la realidad es que apenas les conocemos. Muchas todavía no nos hemos recuperado del divorcio de Jennifer Aniston y Brad Pitt, a pesar de lo mucho que ha llovido desde entonces.
Ben Affleck y Jennifer Garner siguen viviendo juntos por el bien de sus hijos a pesar de haber anunciado hace un mes su divorcio.
Mujer Hoy Ben Affleck y Jennifer Garner siguen viviendo juntos por el bien de sus hijos a pesar de haber anunciado hace un mes su divorcio.
La pregunta en cuestión es por qué nos afectan tanto las separaciones y divorcios de los famosos. En opinión de la profesora de Sociología de la Universidad de Virginia, Andrea Press, nuestra sociedad admira los modelos de éxito y ahora, gracias a Internet los tiene más cerca que nunca, al menos en el modo virtual. "Construimos fantasías alrededor de ellos para llenar algunas carencias que tenemos. Nos encanta oír las historias de famosos con una infancia difícil o con una familia desestructurada y que, a pesar de sus dificultades, consiguió la fama y el reconocimiento mundial. Pensamos, quizás algún día algo parecido me suceda a mi". Así que cuando uno de esos modelos fracasa se nos cae un poco nuestra fantasía y se nos desmonta alguna ilusión.
Según esta experta, vemos a los famosos siempre seguros, exitosos y capaces de conseguir lo que quieren, y cuando los vemos en una situación de vulnerabilidad eso nos provoca "cierta ansiedad".
Otras teorías apuntan que vemos a las celebrities como reflejos idealizados de nosotros mismos, los admiramos por su trabajo, por su estilo, por su esfuerzo y damos por hecho que nuestras estrellas favoritas también comparten nuestros valores. Por eso cuando alguien las hiere nos afecta. De cierta manera nos están haciendo daño también a nosotros.
Para muchas personas las celebrities funcionan como un símbolo de fortaleza y superación y verlos débiles o siendo abandonados por su pareja nos hace sentir inseguros. "¿¡Si ella o él no puede superar una ruptura, entonces quién podrá!?".
Cuando dos personas a las que admiramos y estamos acostumbrados a ver con asiduidad (aunque sea en el cine o en la tele) se separan el sentimiento es similar al que se siente ante la ruptura o el divorcio de una pareja cercana.
De cierto modo es comprensible: si nos cortamos el pelo como ellas, usamos la fragancia que anuncian, imitamos su estilo, las seguimos en Internet … Lo suyo es que nos tomemos sus rupturas sentimentales como si fueran nuestras. Ya se nos pasará el disgusto … como a ellas.
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