Los escenarios de luto. El actor, director y profesor de actuación falleció ayer por la mañana a los 56 años. En el 2012 hizo público que padecía una enfermedad que lo postró a una silla de ruedas. Actores y directores lamentan su partida.
Estefany Barrientos
Cae el telón. Tan solo hace unos meses, Aristóteles Picho o ‘Ari’ como le decían sus amigos, había sido homenajeado por el Ministerio de Cultura. ‘Personalidad Meritoria de la Cultura’ fue la mención que recibió el actor que en breve veríamos en la película El evangelio de la carne.
Pero su trabajo ya había marcado época como ‘el Boa’ en La ciudad y los perros y ‘el Sinchi’ en Pantaleón y las visitadoras. Se hizo recurrente verlo cada año en rodaje y hasta podría haberse jactado de cruzar las fronteras con Prueba de vida (2000), el thriller protagonizado por Russell Crowe y Meg Ryan, que habría propiciado que la ganadora del Oscar, Helen Mirren, calificara a los peruanos como “los mejores” actores de Sudamérica.
Aristóteles falleció ayer por la mañana, a los 56 años, con 30 años de carrera y luchando contra el terrible síndrome cordonal posterior que lo tenía postrado a una silla de ruedas. Hizo pública su enfermedad en el 2012 pero no se alejó del teatro, del cine ni de las cátedras. Según su cuñada Chela Ormeño, sufrió un paro cardiaco mientras descansaba en su casa. Se apagaba la vida de una artista entregado con pasión al teatro, el cine, la TV y las aulas universitarias.
Reynaldo Arenas: “Teníamos todos las esperanzas de que mi gran hermano recobre su salud perdida hace buen tiempo y creo que es una gran pérdida para la escena nacional de este gran compañero, no solamente actor, sino director, profesor y un excelente compañero de trabajo (…) Él era un actor de mucha versatilidad, sin embargo no tenía mayor trabajo en la televisión, el cine o el teatro. Siempre lo llamaban para determinados personajes específicos que tenían que ir de acuerdo con su tamaño o color de piel. Pero era un actor extraordinario (…) Era un hombre orgulloso de ser peruano, un hombre que estaba tratando de rescatar la dramaturgia peruana. Es una gran pérdida. Ha sido como un baldazo de agua fría para los compañeros”.
Yvonne Frayssinet: “Estoy muy apenada con esta mala noticia, es una desgracia desde que se enfermó. Comenzó a decaer y es una pena que una persona tan inteligente y brillante, un gran actor que me ha sorprendido a mí muchas veces tenga esta suerte, una lástima. El público es ingrato, hay que aceptarlo. Si no estás en televisión, no estás de moda, te olvidan rapidito (...). Y Aristóteles desgraciadamente pasará a ser una persona que nadie conoció. Debería haber un gremio que los agrupe y no deje que se olvide gente tan importante, tan grande. Un orgullo para el Perú, Aristóteles”, dijo.
EN LAS REDES
Picho fue ‘tendencia’ en Twitter donde varios calificaban de “inolvidable” su papel como ‘el Sinchi’, el peculiar locutor de radio de la cinta de Francisco Lombardi, al lado de Angie Cepeda y Salvador del Solar. Otros condenaron a cualquiera que ‘expresara libremente’ en el ciberespacio que desconocían la trayectoria del actor. Si bien, el último papel que hizo en televisión fue como José Kuntur en “La Perricholi”, también apostó por óperas primas como Paloma de Papel, dirigida por Fabrizio Aguilar. “Él es un capo, una personal especial. (Paloma de papel) fue una aventura, más que todo un aprendizaje importante para mí. Es horrible hablar de él asumiendo que no está. Solo puedo decir que lo voy a recordar siempre, porque fue un maestro”, lamentó el director a través del hilo telefónico.
Cuando no estaba caracterizando a un personaje, el actor se dedicaba a formar nuevas generaciones de actores en la Escuela de arte dramático de la PUCP. Por esto, decenas de sus alumnos lo recordaron en las redes sociales y destacados actores alabaron que haya defendido su vocación ‘a capa y espada’. “Se ha ido uno de nuestros actores más prestigiosos, profundos, serios, uno de los mejores. Formaba actores, su trabajo lo hacía a conciencia, lo he admirado todos estos años. Es un amigo, un compañero que no se dejó derrumbar por la enfermedad. No estará con nosotros pero deja huella de su tesón y su humildad. Aristóteles nos enseñó a enfrentar la vida”, sostuvo Ofelia Lazo.
Había regresado a las tablas a ‘todas luces’ hace más de un año en ‘Electra/Orestes’, con Jimena Lindo y Javier Valdés. Este año protagonizó ‘Marat-Sade’. Su último trabajo en el cine fue en El evangelio de la carne, la cinta premiada en el Festival de Cine de Lima dirigida por Eduardo Mendoza.
“(Aristóteles Picho) fue una extraordinaria persona, que a pesar de la terrible enfermedad que enfrentaba la afrontó con dignidad y temple.Trabajando al límite de sus fuerzas y entregándolo todo”, comentó Mendoza y agregó que durante el rodaje no mostró ningún signo de cansancio. “No, al contrario, nunca se quejo, siempre dio todo y ofreció una magnífica actuación. Un orgullo enorme poder haber trabajado con él”.
Sin duda, una de sus memorables actuaciones se remonta a casi treinta años atrás, cuando interpretó a ‘el Boa’ en La ciudad y los perros con la que Lombardi fue premiado en el Festival de San Sebastián. Ahí actuó con Alberto Ísola, Gustavo Bueno, Eduardo Adrianzén, entre otros. Este último compartió una de sus anécdotas. “Lo conocí en el casting de ‘La ciudad...” en julio de 1984, hace más de 29 años ya. Estábamos sentados esperando turno.
Yo le hice charla. Le pregunté con toda la ingenuidad naif del mundo: “¿y tú, en qué trabajas?”. Él me miró muy serio, creo que ofendido, y me respondió con mucho orgullo “soy actor”. Esa era su profesión, eso hacía, pues: actor profesional egresado de la ENSAD.
Recuerdo ese diálogo como si fuese ayer porque lo admiré desde ese instante: he aquí a un actor de verdad, me dije a mí mismo, y no a un aficionado como yo. Luego compartimos hartas cosas en TV, básicamente en la década de los 90. Durante su larga enfermedad, algunos compañeros le dieron la mano y hoy deben sentirse felices de haberlo hecho.
"Actorazo era. Adiós Ari. Gracias por tanto que le diste al teatro, al arte y la cultura de nuestro país. Aplausos de pie siempre para ti”, escribió el actor y dramaturgo en su cuenta de Facebook.
La partida del actor también llegó a la prensa internacional. El portal El Universal’, de Venezuela, recordó parte de su carrera, en especial su trabajo en el género dramático en los años noventa, como sus colaboración en los cortometrajes de Aldo Salvini.
A pesar de haber tenido que lidiar con dolorosas sesiones de rehabilitación a la semana, la gravísima enfermedad que padeció no le quitó las ganas de pararse en un escenario, es más, Aristóteles Picho prefería no medir con años su carrera ni tomar en cuenta el paso del tiempo. “No cuento los años, los espero y los dejo pasar”, decía en una entrevista a La República. Palmas al cielo.
LA CLAVE
Velatorio. Desde ayer en el teatro los Incas del Ministerio de Cultura. El ingreso es por la puerta 6 de calle Comercio, San Borja.
Último adiós. El actor será sepultado hoy en MAPFRE de Huachipa.
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