Noche de gala. La sobriedad y elegancia deNatalie Portman, quien espera a su primer bebe, la consagraron como la mejor vestida en la 83 edición de los Oscar, mientras queHelena Bonham Carter fue la más criticada por su vestimenta.
Portman, de origen israelí, se alzó con el premio a la mejor actriz por interpretar a una bailarina de ballet en El cisne negro,eligió un vestido drapeado de chiffon de seda violeta con cristales de Swarovski de la firma Rodarte, un modelo amplio que disimulaba su embarazo.
Por ello, los expertos, entre ellos de la revista People y del diario The Washintong Post, no dudaron en otorgarle la corona de mejor vestida a Portman por unanimidad, un título que se disputó con otras actrices que también causaron sensación en la alfombra roja, como Sandra Bullock, Mila Kunis, Halle Berry o Reese Witherspoon.
La otra cara de la moneda la protagonizó Helena Bonham Carter, nominada como mejor actriz de reparto por El discurso del rey, que una vez más volvió a llevarse las calabazas de los críticos al elegir un vestido encorsetado de terciopelo negro, y lucir un banderín británico en una pierna.
Grandes decepciones
Los especialistas, sin embargo, quedaron desconcertados con Nicole Kidman, quien desmerecía su espléndida figura, al usar un modelo de Dior de la australiana que no convenció por su "excesiva" estructura, ni sus brillantes y dorados adornos florales. "En ese vestido había demasiadas cosas", lamentaron los expertos en moda de la CBS, mientras que el equipo de The Washington Post consideró que era "más anticuado que elegante" (con información de EFE).
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