La venganza de Justin Bieber
En respuesta, Justin publicó un mensaje a sus más de 4 millones de fanáticos, pidiéndoles que lo llamen o le manden mensajes de texto a su número telefónico personal.
Pero el número brindado no era el suyo, sino el de Kristopik, quien fue bombardeado con cerca de 26,000 mensajes de texto.
Además de haberse visto obligado a cambiar su teléfono, Kevin ahora tendrá que lidiar con un groso cargo a su cuenta de telefonía, ya que en Estados Unidos, las empresas telefónicas cobran por los mensajes recibidos.
Diario La República
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