Megan Fox, designada en varias ocasiones la mujer más sexy del mundo, se ve a sí misma como una persona cotidiana que prefiere alejarse lo más posible de los focos de Hollywood, según reveló durante la promoción de "Jonah Hex", de estreno mañana en Estados Unidos.
"He mantenido las mismas relaciones que tenía antes de que todo esto me ocurriera", dijo la actriz en una rueda de prensa organizada en un hotel de Beverly Hills. "Tengo cerca a la gente que amo y respeto, a los que me cuidan y se preocupan por mi. Y me he distanciado del bullicio de Hollywood", añadió.
A su corta edad ya ha experimentado la presión exagerada de la fama y la constante vigilancia de la prensa del corazón, algo que, como los años han venido demostrando, no todos en Hollywood pueden sobrellevar.
"Tienes que ser fuerte para soportar todo esto", admitió. "Es muy difícil vivir bajo un microscopio cada momento de cada día. Todo lo que sale de mi boca se convierte en una historia sensacionalista, sin importar cuáles sean mis intenciones cuando lo dije, así que se convierte en algo insoportable", continuó.
Fox siempre ha desprendido cierta rebeldía. Puede ser por los tatuajes que luce o por no tener pelos en la lengua cuando se dirige a los medios de comunicación. Y pretende seguir así.
"No le tengo ningún miedo a esta industria", señaló. "Hago y digo cosas que tal vez a otros les asuste. Pero en mi vida personal soy muy responsable con mis relaciones personales. Siempre he sido así", finalizó.
Fox, toda una bomba en la industria estadounidense desde su aparición en la saga "Transformers", prefiere pasar tiempo con su pareja, el actor Brian Austin Green, y refugiarse en su casa.
"No salgo ni socializo como muchos otros. No lo imaginan, pero soy una persona muy cotidiana y creo que eso me mantiene sana. Mis relaciones personales me mantienen con los pies en la tierra", añadió Fox, de 24 años, que en "Jonah Hex" interpreta a Lila, una prostituta con una relación muy pasional con el personaje sobrenatural que interpreta Josh Brolin.
EFE